
Practica de forma segura
Nuevas medidas de convivencia
Medicina en el movimiento
Nada relaja más que el agua. Las olas del mar, el fluir de un río o el caño de un patio árabe son el sonido por excelencia para la reflexión y la tranquilidad. No obstante, cuando el agua se estanca, poco a poco pierde el oxígeno, llenándose de bacterias, que la ponen triste y, al final, se pudre.
El movimiento es la fuente de salud de los seres vivos
Al moverte, generas un torrente de energía, un chorro de vitalidad que espanta las enfermedades. Cuando practicas Ashtanga Yoga, te conviertes en una corriente de potencia y fuerza saludable.
Si te quedas quieto, pasas el 60% de cada día sentado o consumes el fin de semana tumbado sobre el sofá, tu cuerpo se atrofia. Por suerte, el movimiento es la medicina que necesita tu organismo.

Cada día que pasa me canso más
¿Sabías que, debajo de la piel, tienes más de 600 ratones pequeños? Así llamaban los romanos al correteo que sentían al activar sus cuerpos: mus (ratón) y culus (pequeño). A los roedores les gusta el queso. A tus músculos, el movimiento.
Pero, claro, siendo tantos, lo normal es que emplees unos más que otros, produciendo un desgaste en los primeros y debilidad en los segundos. Así que, por activa o por pasiva, acabas agotándolos.
Cuando eres un jedi gafe y la fuerza no te acompaña, tu cuerpo será más propenso a padecer enfermedades. Además, tu cerebro entiende esa falta de uso como síntoma de envejecimiento, añadiéndote años a tu fecha de nacimiento. Especialmente si llevas un tipo de vida sedentaria.
Beneficios del Ashtanga Yoga
La filosofía de Ashtanga Yoga dice que, en nuestro interior, habita una luz. Esta afirmación cobra más sentido cuando descubres que tú y lo que te rodea está formado por polvo de estrellas. Lo malo es que esa luz comparte piso con seis venenos: el deseo, la ira, el engaño, la avaricia, la envidia y la pereza, que nos impiden brillar.
Ashtanga Yoga se creó para quemar esos seis venenos a través de una serie de posturas (asanas), que fortalecen al cuerpo; una respiración, que purifica el sistema nervioso y una mirada, que promueve la concentración.

Beneficios para el cuerpo
La práctica de Ashtanga Yoga se desarrolla a través de los bandhas: contracciones musculares que provocan un control de la energía.

Bandha etimológicamente, significa bloquear. En total, hay tres en nuestros cuerpos:
- Mula Bandha: a la altura del coxis, que controla las gónadas y perineo, contrayendo los esfínteres anales para activar el sacro.
- Uddyana Bandha: una contracción abdominal, que recoloca y reduce la tensión sobre la columna vertebral a la vez que controla el páncreas y la producción de adrenalina.
- Jalandara Bandha: en la garganta, que trabaja en dos direcciones: una hacia la parte posterior del cuello y la otra, hacia las glándulas cerebrales.
Con el empleo de los bandhas, además de bloquear y repartir la energía, activarás todos los músculos de cuerpo durante la práctica. Los 600 y pico. No tardarás en ver el resultado cuando te veas en el espejo. Pero no te quedes con lo de fuera; más importante resulta lo que la práctica de Ashtanga Yoga te hace por dentro: estimular tu sistema endocrino.
Beneficios para la mente
Tu cuerpo no será el único en beneficiarse. Porque tu mente va a recibir una recompensa mucho mayor. Para empezar, el trabajo con los bandhas aumenta tu capacidad de concentración al dirigir la atención de manera constante hacia tres puntos en concreto de tu cuerpo.
No obstante, Ashtanga Yoga consiste en algo más que bloquear. También realizas ujjayi, un tipo de respiración sonora, lenta y regular que se obtiene al contraer suavemente la glotis. Debido a su peculiar sonido, se la conoce como la respiración del océano. Al escucharla, recordarás las propiedades del agua que te contamos al principio de esta entrada, porque notarás cómo tu mente se calma y relaja.
El tercer elemento esencial en Ashtanga Yoga es la mirada (drishti). Cada postura tiene un modo de enfoque específico, para potenciar la concentración de los bandhas mientras conduce tu mente hacia un estado meditativo. El drishti tonifica tus músculos oculares. Así que si tienes problemas de vista, que no te extrañe que veas todo más claro al término de la sesión.


Ashtanga Yoga
Ashtanga Yoga te enseña a sincronizar el movimiento con tu respiración a través de una secuencia de posturas (asanas) preestablecidas.
Es decir, realizas la misma tabla en todas las clases, añadiendo nuevas posturas a medida que progresas en tu práctica.
Cada postura está meticulosamente diseñada con un número determinado de movimientos y respiración, encadenados entre sí. Dicho con otras palabras, no vas a parar ni un segundo con tu cuerpo.
En Californian Hot Yoga aprenderás a realizar la Primera Serie de Ashtanga Yoga, llamada Yoga Chikitsa, que significa terapia de yoga. Hay cinco más. El motivo por el que damos solo una es muy sencillo: no se puede pasar a la siguiente hasta dominar la primera con sus bandhas, respiración y drishti, algo que requiere mucho, mucho, mucho tiempo…
Origen del Ashtanga Yoga
El origen de Ashtanga Yoga es un ejemplo de cómo evoluciona el Yoga mediante la transmisión de sabiduría. A principios del siglo XX, aparece la figura fundamental en la historia del Yoga Moderno: Tirumalai Krishnamacharya, de quien ya hablamos en Hot Vinyasa Flow Yoga. Este hombre tuvo muchos alumnos destacados. Uno de ellos, en concreto, empleó las enseñanzas de su maestro para crear un estilo nuevo: Ashtanga Yoga. ¿Su nombre? Pattabhi Jois.
Por lo visto, cuando Patthabi Jois era niño, pasaba la mayor parte del tiempo recitando vedas en solitario, vigilado por su padre. Pero, claro; si algo tienen los niños es un exceso de energía. Así que, con 12 años, se escapó de casa a Mysore, donde conoció a Krishnamacharya. En vista de la energía y potencial de su alumno, Krishnamacharya aplicó su práctica de Vinyasa a modo de Ritalin.
Según pasaron los años, el pequeño yogi estudió textos antiguos mientras aprendía otros métodos de Yoga y descubría nuevas técnicas, como los surya namaskar (saludos al sol), bandhas, drishti o pranayamas (respiración), que le servirían para conformar su propia práctica, a la que llamó Ashtanga Yoga. Para entender el origen del nombre, Ashtanga significa ocho miembros. Aparecen descritos en los Yoga Sutras de Patanjali (siglo III AC) y representan una combinación de obligaciones, prohibiciones y actividades que deben regir la vida de un yogi. Pattabhi Jois consideraba que la primera que debía practicarse era la tercera (asanas) y no se podía pasar a las siguientes sin haber logrado dominar esta parte de posturas.
Con esta filosofía, el alumno se convirtió en maestro en Mysore antes de abrir su propio centro de estudios: Ashtanga Yoga Research Institute. Allí recibió a un alumno belga, llamado André Van Lysebeth, quien escribiría un libro (J’apprends le Yoga) que despertó el interés de otros europeos y americanos por aprender Ashtanga Yoga. Su fama creció tanto que, en 1975, Jois viajó a Estados Unidos para enseñar su método en California, desde donde se expandiría al resto del planeta.
Una historia personal
«Desde un punto de vista práctico (y teniendo uno ya una cierta edad), creo que es una inversión óptima para disfrutar de buena calidad de vida a medida que uno se hace mayor. Creo que no hay antiaging mejor 🙂 Además de lo físico, me parece que la práctica abre la puerta a una forma de ver las cosas, de tomarse la vida que te hace más feliz. Muy contento de formar parte de este estudio».
Gildo Seisdedos,
Profesor, 52 años

Ashtanga días de Luna
Te proponemos realizar una práctica suave los días de luna para lograr el equilibrio entre las energías. Este astro viene a representar nuestro mundo interior.
Cuando se presentan los días de luna nueva y luna llena, no se recomienda practicar Ashtanga Yoga, y la razón es que al igual que la luna influye en las mareas, influye también en cuerpo humano al estar formado por más de un 70% de agua. Como al mar, nos afectan las fases de la luna. Pattabhi Jois decía que cualquier lesión que se produce en estos días puede llevar mucho tiempo curarla.
Las mareas altas se dan en tiempos de luna llena, hay un excesivo movimiento de energía en nuestro cuerpo, nos sentimos más flexibles ya que en estos días se produce una mayor lubricación de músculos y ligamentos, la mente está más activa de lo habitual. Esto produce que no sintamos nuestro organismo como otros días y nos podemos lesionar. Las mareas bajas se dan en luna nueva, el cuerpo se encuentra cansado y disminuye la lubricación en huesos y articulaciones por lo que nuestra flexibilidad se reduce.
El resto del mes nuestra energía vital o prana se equilibra, nuestro cuerpo y mente fluyen con la naturaleza. Respetar los ciclos lunares supone una reconexión con los ciclos naturales, un respeto ancestral hacia el Universo y sus etapas, una existencia armónica con nuestro entorno.
Eso no quiere decir que no puedas practicar Yoga, elige una práctica suave que te permita observarte en estos días. Te proponemos Vinyasa, Yin Yoga, Hatha. Practiques lo que practiques que sea de manera lenta e intentando mantener más tiempo las posturas.
¿Cómo son las clases de Ashtanga Yoga?
Tenemos dos clases de Ashtanga Yoga:
▸ Ashtanga Yoga, con la guía de nuestra profesora.
▸ Ashtanga Yoga Mysore, práctica individual silenciosa.
¿Cuánto duran las clases de Ashtanga Yoga?
- Ashtanga Yoga, con una duración de 75 minutos.
- Ashtanga Yoga Mysore, entre 45 y 90 minutos, en función del nivel.
¿A qué temperatura dais las clases?
Reproducimos el mismísimo clima de Mysore (India) de donde viene esta disciplina, practicamos con humedad y 23 grados centígrados, sin aplicar calor directo. La humedad ayuda a la respiración y a la limpieza de las vías respiratorias, y favorece la flexibilidad de las articulaciones.
No he hecho Yoga en mi vida… ¿Puedo practicar Ashtanga Yoga?
En Californian Hot Yoga fomentamos el principio de adaptación con nuestros alumnos y alumnas. Un Yogui es Yogui aunque sea novato, experto, joven o más mayor. Así que no te preocupes si no estás en las mejores condiciones físicas; sean como sean son perfectas para practicar Ashtanga Yoga.
Pero, ojo, algunas posturas son un poco exigentes. Si sufres alguna lesión, problema en las articulaciones, una operación reciente, tienes la regla o estás embarazada, háznoslo saber antes de la clase para enseñarte las modificaciones necesarias y puedas beneficiarte de los resultados de la práctica sin perjudicarte.
¿Se puede comer antes de hacer Ashtanga Yoga?
Durante casi dos horas, vas a estar con los abdominales activos y presionando tus tripas. Por tanto, recomendamos a los practicantes que no coman nada 2 horas antes de la clase. O, cuanto menos, que no se atiborren en ese periodo de tiempo.
¡Concentra tu energía con Ashtanga Yoga!
Empieza tus clases hoy mismo.