
Practica de forma segura
Nuevas medidas de convivencia
La Llave del Yoga
El Yoga no es más que el tronco de un árbol del que crecen las ramas que conforman los estilos que conocemos. Y las raíces que lo sostienen se llaman Hatha Yoga.

Toda modalidad que hagamos en Yoga emplea, de una u otra manera, las posturas (asanas) de esta práctica que, según cuenta la historia, provienen del propio Shiva. La esterilla se convierte, pues, en una alfombra mágica hacia el pasado donde conectarás todos los elementos que conforman tu ser (cuerpo, mente y espíritu).
Al terminar la clase, te engancharás con los resultados. Porque la sensación que te deja esta tradición antiquísima es, simplemente, portentosa.
¿Cómo tienes la espalda?

Suena el despertador por la mañana. Has disfrutado de un reconfortante sueño y del calor de la cama. Te dispones a levantarte. Pero, cuando lo haces, sientes una rigidez en la espalda.
Después te subes al coche, moto o al transporte público. No hace falta que te cuente la tensión que sufres por estar pendiente de la carretera, los vaivenes del metro o los frenazos del autobús. Cuando llegues, pasarás un largo tiempo en una silla que, con el paso de las horas, se te ha clavado en el esqueleto. O de pie, cargando más y más la musculatura. Y aquí no acaba la cosa; si no es el frío del invierno, será el aire acondicionado en verano quien contraiga tu cuerpo.
Añade a esto las bolsas de la compra, llevar a los niños en brazos, levantar peso, los paseos por la montaña, las mochilas, un embarazo o pisar constantemente sobre una accidentada acera de piedra. No culpes al colchón; todo lo que te rodea es una trampa para tu espalda y, mucho peor; para tu mente. Porque esa rigidez que acumulas afecta también a tu estado de ánimo, ya que las molestias avinagran la existencia.
Beneficios del Hatha Yoga
No hay nada más ergonómico que Hatha Yoga. Te enseña a respirar, a sentarte bien, a relajarte, a ponerte fuerte, a corregir los efectos de las malas posturas y evitar, así, que los dolores se reproduzcan y deformen tu columna.
Con la práctica habitual de Hatha Yoga, eliminarás los bloqueos físicos y mentales, liberando la energía para que fluya por tu interior sin obstáculos.


Beneficios para el cuerpo
En general, Hatha Yoga trabaja con todas las partes de tu cuerpo, especialmente aquellas que sufren mayor desgaste o presión con el trajín diario. La dinámica lenta de la práctica ayuda a que tu masa muscular se fortalezca y tu elasticidad aumente. Para lograrlo, estira los músculos más problemáticos (como los isquiotibiales o los flexores de la cadera) mientras fortalece otros más débiles (los abdominales, por ejemplo), creando una sinergia física de apoyo, ya que el trabajo que aplica en unos ayuda a mejorar la función del resto.
Sus beneficios se notan enseguida en las articulaciones y columna vertebral, eliminando los puntos de tensión para recuperar la alineación postural de forma terapéutica y curar problemas reumáticos con la temperatura y el oxígeno de la sala. Pero, al igual que trabajas con el cuerpo, también lo haces con la respiración. Si sufres de asma o bronquitis crónica, Hatha Yoga te puede ayudar a mejorar tu capacidad pulmonar y a reducir los ataques derivados de dicha enfermedad.
Beneficios para la mente
La conexión entre cuerpo y mente la vas a descubrir con los beneficios de Hatha Yoga. Su concepción holística entiende a la persona como un todo donde cuerpo, mente y espíritu están fuertemente relacionados. Por tanto, mientras trabajas con el cuerpo, también estarás activando a tu mente y espíritu.
Esta relación es fácil verla de la siguiente manera: ¿recuerdas lo que te costaba dormir antes de un examen importante? ¿O cómo una derrota te hace agachar la cabeza? Cuando la mente se encuentra afectada por un problema, el cuerpo lo reproduce en la fisionomía y viceversa; basta que tengamos molestias al andar para observar lo que nos rodea con otros ojos. Así que, recuerda esto: si sufres un bloqueo, ten por seguro que serán dos.
Hatha Yoga es un excelente remedio contra el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio. Relajando al cuerpo, relajarás la mente. Los estudios realizados corroboran esta conexión psicosomática que ya conocían los hathayogis en la antigüedad.


Dinámica del Hatha Yoga
Hatha Yoga es una dinámica pausada, abierta a todo tipo de practicantes que busquen un equilibrio entre la mente y el organismo para obtener una evolución física y psíquica a través del conocimiento y la comunicación con el cuerpo.
Da igual que tengas un enfoque espiritual o que necesites un sistema de relajarte o ponerte en forma. Lo que pidas, te lo dará.
Sesiones de Hatha Hot Yoga
Cada sesión se divide en varias partes, en donde se trabaja la parte física y mental mediante estiramientos, torsiones, flexiones, invertidas, ejercicios de respiración (pranayama), saludos al sol, posturas de equilibrio, en el suelo, de pie, relajación y meditación.
Durante la clase combinarás la actividad con la introspección. Al principio estarás más pendiente de la postura. Pero no tardarás demasiado en profundizar hacia el interior. Prestar atención al cuerpo es el primer paso para prestarse atención a uno mismo.

Características del Hatha Yoga
Hatha es una palabra sánscrita que significa ‘fuerza’. Si la dividimos, obtenemos Ha (sol) y Tha (luna). Lo que desconocemos es cuándo se empezó a aplicar para definir al Yoga. Se suele citar al Amrtasiddhi (siglo XI) como fuente original escrita, ya que describe, entre otras cosas, su práctica. Pero se han encontrado referencias sobre sus técnicas en textos del siglo I. Más significativo aún resulta saber que, cuando Alejandro Magno llegó a la India (327-325 AC), observó a un grupo de hombres desnudos -a los que llamó gimnosofistas– que realizaban movimientos lentos mientras meditaban. ¿Tal vez fuera esa la primera experiencia del mundo occidental con el Hatha Yoga?
A partir del siglo XI, el árbol de Hatha Yoga comenzó a echar las primeras ramas hasta que, en el siglo XV, aparece el Hathayogapradipika, considerado el texto clave del Hatha clásico. Su influencia provoca la redacción de nuevos textos, cada uno con sus propias variantes respecto a la práctica. Nada parecía detener la expansión de Hatha Yoga por el continente asiático. Pero…
Durante los siglos XVII y XIX, las clases dominantes identificaron a los Hatha Yogis como elementos subversivos de la sociedad y la tradición religiosa, así que fueron perseguidos con saña. Es decir, los mataban. Después, cuando llegó la paz, también llegaron los ingleses quienes, como Alejandro Magno, descubrieron el Hatha Yoga. Solo que todavía conservaba su mala reputación y los europeos mostraron su interés por otras modalidades menos conflictivas a nivel social.
Por fortuna, Hatha Yoga se libraría de ese estigma en el siglo XX, gracias a la escuela Divine Life Society, fundada por Swami Sivananda en Rishikesh. A través del trabajo de sus discípulos, pudimos recuperar la práctica de este arte antiquísimo que disfrutamos en la actualidad.
Una historia personal
Con el Yoga he ganado en concentración, serenidad y claridad mental. Me encuentro más segura de las decisiones que tomo.
La calma concede estar más atento a todo lo que nos rodea, nos permite vislumbrar mejor las oportunidades, saber responder adecuadamente a las situaciones, brindar lo mejor de nosotros mismos y eso, se puede aplicar en cualquier campo de nuestras vidas.
No sólo me mantengo en forma, no sólo purifico mi cuerpo eliminando las toxinas que el estrés genera en mi organismo, no sólo me siento más vital, enérgica, flexible y fuerte, además me siento alineada conmigo misma, con mi esencia, y eso, se lo debo al Yoga.
Animo a todos aquellos que quieran vivir la experiencia de sentirse más íntegros, más vitales y más sanos.
Luna,
36 años
Linaje de maestros y profesores Hatha Yoga
Nuestros profesores de Hatha Yoga son de origen indio, e imparten Yoga tradicional de la Rama de Enseñanzas de Swami Sivananda.
“Servid, amad, dad, purificaos, meditad, realizaos.
Sed buenos, haced el bien, sed bondadosos, tened compasión.”
– Sri Swami Sivananda.

¿Cómo son las clases de Hatha Yoga?
De manera resumida, se trata de un Yoga total. Comenzarás en silencio para acabar con música en algunos casos. Pasarás de posturas sencillas a más exigentes. Harás movimientos dinámicos y relajantes. Tus pies estarán tanto sobre el suelo como en el aire. Y escucharás cómo el sonido del aire se convierte en agua tras la meditación final. Porque Hatha Yoga, más que una clase, es un viaje sensorial.
¿Cuánto duran las clases de Hatha Yoga?
Las clases de Hatha Yoga tienen una duración de 90 minutos.
¿A qué temperatura dais las clases de Hatha Yoga?
La sala para practicar Hatha Hot Yoga tiene una temperatura de 35 grados y un 40% de humedad.
No he hecho Yoga en mi vida… ¿Puedo practicar Hatha Yoga?
En Californian Hot Yoga fomentamos el principio de adaptación con nuestros alumnos y alumnas. Un Yogui es Yogui aunque sea novato, experto, joven o más mayor. Así que no te preocupes si no estás en las mejores condiciones físicas; sean como sean son perfectas para practicar Hatha Yoga.
Pero, ojo, algunas posturas son un poco exigentes. Si sufres alguna lesión, problema en las articulaciones, una operación reciente, tienes la regla o estás embarazada, háznoslo saber antes de la clase para enseñarte las modificaciones necesarias y puedas beneficiarte de los resultados de la práctica sin perjudicarte.
¿Se puede comer antes de hacer Hatha Yoga?
Aunque Hatha Yoga sea una dinámica de ejecución lenta, realizas una fuerte presión abdominal en las posturas, bien de forma activa o bien pasiva. Si tu estómago se encuentra digiriendo alimento, es posible que sufras algún contratiempo.
Por tanto, recomendamos a los practicantes que no coman nada 2 horas antes de la clase. O, cuanto menos, que no se atiborren en ese periodo de tiempo.
¡Engánchate a la tranquilidad que proporciona Hatha Yoga!
Empieza tus clases hoy mismo.